no somos ángeles

NO os obstinéis en buscar la redondez de aire en nuestros ojos,
Ia sonriente claridad de Ia música
en nuestra voz,
Ia perfección de un cuerpo
donde Ia encrucijada de Ias sangres
armónicamente se desliza.
No somos ángeles,
no criaturas aéreas, infinitas, talladas
en el tronco de Ias nubes;
no sino tierra
que desesperadamente busca un trocito de inmortalidad,
pequenos seres desnudos
que con sus unas tratan de apresar una tarde o una sonrisa,
que se arrastran penosamente y suplican y besan y se
-odian-.
Estamos hechos de sombra,
no de cristal o luna o de hierba o de estrellas.
Nosotros,
que penosamente nos arrastramos,
que no sabemos por quì los montes son azules
ni cómo se suceden los colores de Ia tierra;
nosotros que matamos con la inocente crueldad de los niños,
que caminamos tropezando,
que nos partimos el corazón como si fuese una breve
-cáscara-,
una piedrecilla que cualquier ráfaga derriba;
nosotros que tratamos de abarcar el océano
en una torpe palabra,
que nos obstinamos ciegamente en anudar el mundo que
-ignoramos-;
nosotros que morimos,
que no somos hermosos ni sabios,
ni tenemos alas como Ias altas águilas.
No somos ángeles, no,
sino trozos de noche,
de noche ciega y desterrada y rota,
que cae y se incorpora y prosigue de nuevo.
No somos ángeles
sino apenas su sombra o su reverso,
caminando sólo una vida
– vida pequeña y frágil como junco que se quiebra-
tratando desesperadamente
de trepar a Ia luz,
buscando siempre, permanentemente buscando,
casi rozando con los dedos o los labios
Ia serena quietud del cielo que nos niegan.

Rosário Neira
img. Chromasia

guardo-o num papel fotocopiado há dez anos desde que o Diego mo ofereceu em Cárceres ...
não sei como se fez tão verdade para poder dizer assim o que diz.